Rescate, ¿si o no?
Creo que en el punto en que están las cosas, el rescate de España no puede ser más que beneficioso. Se trata, eso sí, de saber venderlo bien. A los inversores internacionales y a los propios ciudadanos.
Tras el rescate, a ponerse a trabajar y a callar. Y a vender la idea de que hay que hacer más con menos, y de que Europa no es algo que resta sino que suma. Que no sólo está ahí para exigirnos, sino también para ayudarnos. Europa nos ayuda a ser mejores, a hacer lo que no sabríamos o nos atreveríamos a hacer si estuviéramos solos.
Así es como lo pienso.