Se acabó el recorte de costes, llegó la hora de centrarse en los ingresos
Recientemente la edición on-line de The Economist incluía un artículo titulado Time to put ideas into practice en el que oficiaba el fin de unos años de ciclo digamos defensivo en las empresas, en el que han estado casi obsesivamente centradas en recortar costes, para aclamar la llegada de una nueva era, centrada en la generación de negocio y nuevos ingresos.
El artículo dice que un ciclo basado en deslocalizar, en obsesionarse por los costes, a veces a costa de la calidad, en el trabajo a veces salvaje de los departamentos de compras, que arramblan con todo sin importarles qué están comprando o a quien se llevan por delante, se ha acabado.
China, o la deslocalización en países baratos, no es la solución para todo, porque no tardarán en no ser tan baratos, y entonces, ¿qué?
Las empresas que han apostado un poco más por la calidad y el servicio, en lugar de centrarlo todo en coste, están empezando a saborear el éxito de esa elección.
Las empresas que han estrangulado a sus proveedores, e incluso que han prescindido total y salvajemente de sus proveedores locales, se están dando cuenta del error que han cometido.
De hecho se da el absurdo de que las empresas han acumulado, como consecuencia de esos recortes a veces salvajes de costes, un exceso de liquidez, y que no saben qué hacer con ella, porque no han invertido en innovación o en futuro. Compran empresas a lo loco, o devuelven el dinero a los accionistas, en dividendos o recomprando sus propias acciones. Pero, ¿y el futuro, qué?