¡Se acabó hablar de la crisis!
A partir de hoy mismo he decidido dejar de hablar de la crisis. La palabra crisis me la voy a prohibir en mis conversaciones, y trataré de desterrarla de este blog.
Creo que si seguimos hablando de crisis nos vamos a obsesionar, si no lo estamos ya. Hay que hablar de futuro, de proyectos, de nuevos productos, de acciones para aprovechar el presente como es, y para abordar el futuro con ambición y esperanza. Un futuro que todos ansiamos mejor, y que, sin duda, lo será.
Creo que todos sabemos que hacemos cosas mal. La mayoría incluso sabemos bastante bien qué es lo que hemos de mejorar. Pues pongámonos manos a la obra.
No sé si el futuro nos depara una evolución en U o en V, o en L, pero lo que sí se es que si nos quedamos de brazos cruzados, lamentándonos y echándoles la culpa al destino o los políticos, puede que no haya salida, o peor, que sea en Z o en O (o escoja usted la letra del abecedario que más le apetezca).