Cada vez hay más voces que se levantan para decir que los bancos centrales y los gobiernos han de parar las políticas basadas en el crecimiento mundial de la deuda, y limitarse a crecer sin endeudarse y a realizar los cambios estructurales que permitan incrementar la productividad e incentivar el consumo y la inversión de aquellos que puedan hacerlo sin endeudarse.
Sepultados en un alud de deuda
Cada vez hay más voces que se levantan para decir que los bancos centrales y los gobiernos han de parar las políticas basadas en el crecimiento mundial de la deuda, y limitarse a crecer sin endeudarse y a realizar los cambios estructurales que permitan incrementar la productividad e incentivar el consumo y la inversión de aquellos que puedan hacerlo sin endeudarse.