¡Son las expectativas, estúpido!
La frase del título me la repito a mi mismo y nos la hemos de repetir todos cuando tratamos de juzgar la evolución de los mercados de valores. Las cotizaciones no se rigen por el pasado ni tan siquiera por el presente, se rigen por algo tan etéreo como son las expectativas.
Ahora mismo, las expectativas de evolución de la economía mundial, europea y española son muy pesimistas. El principal problema es la debilidad de Europa, debido a la debilidad política de la Union Europea en general, empezando por la France, que este fin de semana vota y amenaza con elegir al candidato socialista Hollande, que aterra a los que deciden sobre las fortunas mundiales desde Londres y Nueva York. Aconsejo a mis lectores que lean los artículos sobre Hollande en The Economist.
¿Es el castigo excesivo? Seguramente si, y esta semana más, porque a la incertidumbre sobre Hollande se suma la incertidumbre sobre si será elegido o no, y creo que los mercados descuentan lo peor. O quiero creerlo.