Me resulta chocante ver cómo hay empresarios, y no sólo pequeños empresarios, que gestionan sus empresas sin un método ni criterio válido. Que no saben a dónde van ni lo que pretenden, es decir, que no tienen una estrategia clara. Que no saben ni siquiera dónde están, es decir, que no tienen una contabilidad clara ni un diagnóstico de sus problemas mínimamente decente. En consecuencia van dando tumbos.
También hay empresarios que no aportan
También hay empresarios que no aportan
También hay empresarios que no aportan
Me resulta chocante ver cómo hay empresarios, y no sólo pequeños empresarios, que gestionan sus empresas sin un método ni criterio válido. Que no saben a dónde van ni lo que pretenden, es decir, que no tienen una estrategia clara. Que no saben ni siquiera dónde están, es decir, que no tienen una contabilidad clara ni un diagnóstico de sus problemas mínimamente decente. En consecuencia van dando tumbos.