No podemos creérnoslas a pies juntillas. Que le den un rating AAA a un activo no nos redime de analizarlo con sentido común, porque no existe el riesgo cero. Y ahora más que nunca lo estamos entendiendo todos. Por otro lado, que le den una mala calificación tampoco implica que no tenga sentido comprarlo. Se trata de aplicar nuestro juicio, y de balancear, sopesar, la relación entre la rentabilidad que promete y el riesgo de que impague o quiebre.
¿Tan malas son las agencias de rating?
¿Tan malas son las agencias de rating?
¿Tan malas son las agencias de rating?
No podemos creérnoslas a pies juntillas. Que le den un rating AAA a un activo no nos redime de analizarlo con sentido común, porque no existe el riesgo cero. Y ahora más que nunca lo estamos entendiendo todos. Por otro lado, que le den una mala calificación tampoco implica que no tenga sentido comprarlo. Se trata de aplicar nuestro juicio, y de balancear, sopesar, la relación entre la rentabilidad que promete y el riesgo de que impague o quiebre.