Al menos un beneficio a largo plazo de la crisis
Quizás esta crisis mundial nos traiga un beneficio para las próximas generaciones: un mundo más equilibrado, en el que la diferencia entre países pobres y países ricos se reduzca o incluso desaparezca.
Los países desarrollados (USA, Europa y Japón) dependen del trabajo y la materias primas de los países menos desarrollados. El crecimiento de estos últimos se está acelerando en los últimos años, y todo apunta a que va a seguir así. A medio plazo, los países desarrollados serán más pobres y los menos desarrollados más ricos. A largo plazo deberá revisarse esa clasificación. Todos los países del mundo jugarán en la misma liga. Sólo quedarán unos pocos rezagados, principalmente en Africa. Aunque esperemos que por poco tiempo.
¿Verán las nuevas generaciones un final de siglo en un mundo más equilibrado, más igualitario, más feliz?