Estamos en un momento de la historia de la humanidad en el que se vislumbran una larga serie de escenarios globales dantescos. Futuros en los que se acaba todo, o al menos cambia radicalmente nuestro estilo de vida, o nuestra vida misma.
En ese contexto no es de extrañar que la ansiedad se contagie entre la población humana de todas la edades, condiciones y países. Yo mismo he de reconocer que sufro esa ansiedad. Y qué decir de los jóvenes.
Sobreponerse no es fácil. Aunque no queda más remedio que hacerlo.
Voy a compartir con mis lectores mis propias reflexiones sobre esos escenarios, en una serie de post.
Pero antes voy a citar sucintamente cuáles creo que son:
El caos climático. El clima está cambiando de forma acelerada y el calentamiento global nos empuja inevitablemente a un caos que afectará a toda la humanidad y que pone en peligro nuestra propia existencia. Es el escenario pero, apocalíptico, al que nos enfrentamos. Ya he hablado de él en este blog, pero no me cansaré de hacerlo, porque es nuestro problema nº 1
El envejecimiento de la población en el hemisferio norte, y especialmente en Europa, que se va a ir produciendo, en las próximas décadas, en todo el mundo. La tasa de natalidad ha caído en el mundo desarrollado por debajo del nivel de sustitución. Y en los países en desarrollo lo hará en cuanto alcancen un índice de bienestar y resurjan las clases medias, lo que está pasando o pasará antes de 2050.
La invasión de los robots (máquinas dotadas de algún tipo de inteligencia artificial), que ya es un hecho, pero que no ha hecho más que empezar, será a la vez un problema y una solución para una sociedad cada vez más vieja y más perezosa, que deberá replantear sus esquemas vitales: familia, empleo, pareja, comunidad, ocio, creación, seguridad, etc.
El fracaso en la globalización del sistema democrático-capitalista. Que se demuestra en el enorme nivel de desigualdad que se produce en casi todos los países, pero en especial en los del Sur global. En África, Asia y sobre todo Latinoamérica, hay países que han fracasado como tales; en los que no hay Estado, o mejor dicho, está dominado por las élites económicas y las mafias ligadas normalmente al narcotráfico, actuando en connivencia. El reciente caso del asesinato de un candidato presidencial en Ecuador es una muestra evidente de este proceso.
La vuelta a la Guerra Fría. Creíamos haberla superado, pero aquí estamos de nuevo en un mundo de bloques, dominados respectivamente por Estados Unidos y China. Con otras potencias nucleares alineadas con cada uno de los bloques. La amenaza nuclear vuelve a estar presente, con Rusia usándola como chantaje en la guerra con Ucrania.
El reequilibrio geoestratégico de poderes. Como consecuencia de la evolución demográfica y del desarrollo de las tecnologías, así como del final anunciado de los combustibles fósiles, se está produciendo o se va a producir un reequilibrio de poderes, del que surgen nuevas potencias mundiales y otras se recolocan: India, Japón, Arabia Saudita…
No sé si es una lista exhaustiva, pero me parece que es suficiente para afirmar que, como decía, estamos ante un futuro más incierto e imprevisible que nunca.
Iré reflexionando sobre ello en próximos posts.
La verdad es que yo soy pesimista. En especial por la etapa de caos climático en la que nos estamos adentrando.
El fin de la humanidad quería escribir 😊