Volver a la ortodoxia
“Para salir de esta crisis cada uno se habrá de despabilar”, decía Salvador Alemany, consejero delegado de ABERTIS en ESADE hace unos días.
“Y habrá que volver a la ortodoxia”, decía también. Coincido con tan acertado profesional, a quien conozco y admiro, y para quien he tenido el privilegio de trabajar como consultor, en que hay que volver a la ortodoxia. Algo que esta sociedad había olvidado, e incluso menospreciado. Tanto en las administraciones públicas, como en el ámbito privado, el de las empresas y las personas.
Ortodoxia entendida como equilibrio, entre el gasto y el ahorro, y a la hora de invertir o financiarse. No mucho más, ni mucho menos.