Zapatero a tus zapatos
¿En qué negocios deben invertir las corporaciones?
Es muy diferente cuando nos referimos a una corporación o a un grupo de propiedad familiar o personal que cuando nos referimos a una corporación abierta al público a través de su cotización en bolsa.
Las corporaciones que cotizan en bolsa deben invertir en un único negocio, o en negocios conexos, en los que su presencia esté justificada por el aprovechamiento de su conocimiento de productos o mercados, aparte de las ventajas de tamaño y el reparto de los costes de estructura. Por ejemplo, una empresa constructora tiene sentido que entre el negocio de las concesiones porque ello crea sinergias positivas con la consecución de contratas de construcción, a menudo sujetas a concesiones, y, en todo caso, le permite aprovechar el contacto y el conocimiento del mundo de las contratas públicas. Pero no tiene sentido que esa misma constructora entre en el campo de la alimentación, por ejemplo, o los servicios privados, porque dichos negocios no tienen ninguna sinergia con la construcción.
El argumento que dan algunos gestores de que la inversión en negocios totalmente independientes de la construcción supone diversificar el riesgo de la empresa, puede ser bueno para las empresas familiares cuyos accionistas concentran en la misma todas sus inversiones, pero no lo es para las empresas abiertas a accionistas y que cotizan normalmente en los mercados de valores. De hecho, las corporaciones que han diversificado en varios negocios suelen cotizar en los mercados de valores con un descuento (una rebaja) sobre el precio separado de sus negocios. Y esa es una tendencia que se amplia cada vez más. Los inversores prefieren las empresas que cumplen en viejo dicho de Zapatero a tus zapatos
Aunque parece algo fácil de entender y de comprobar en la realidad, hay multitud de corporaciones que engloban negocios diversos, no siempre con una raíz común, o al menos no suficiente para justificar que se esté creando valor para el accionista. Dejo al lector que revise, por ejemplo, la lista de empresas que cotizan em el Mercado Continuo de la Bolsa de Madrid, para que saque sus propias conclusiones. Y le recomiendo que no invierta en aquellas compañías que crea que incumplen este básico principio. Aunque cada vez son menos, es una tentación para muchos de sus directivos seguir hablando de entrada en nuevos negocios argumentando la diversificación de riesgos y los teóricos mejores márgenes que tal negocio supondrá en relación a los negocios habituales del Grupo.
Como colofón, quiero citar las palabras de un artículo de hoy mismo en el diario Cinco Días, titulado La discrecionalidad de la dirección ante la diversificación, en el que José E. Navas y Patricia Huerta afirman que "los procesos de diversificación empresarial, especialmente los no relacionados, aparecen guiados en múltiples ocasiones más por los intereses de los directivos, que tratan de satisfacer su (propia) función de utilidad, que por los propietarios de la empresa "