Las grandes empresas familiares son presa fácil al parecer- del capital riesgo. En especial en los últimos tiempos: Cortefiel o Panrico son algunos ejemplos. Es un fenómeno que, además, no ha hecho más que comenzar. Pero, ¿por qué se está acelerando precisamente ahora ese proceso de venta de las empresas familiares al capital riesgo? En mi opinión, ese fenómeno se da porque muchas empresas familiares la mayoría- dejan abrir, sin querer, una gran brecha (una brecha excesiva, porque nadie lo hace de forma consciente) entre su valor real actual y su hipotético valor potencial. Y eso les ocurre porque no explotan adecuadamente sus capacidades de generación de valor: la posibilidades de desarrollo de sus productos y sus marcas, su capacidad comercial, su capacidad productiva... En definitiva, los empresarios venden por múltiples factores: cambios generacionales que reducen la capacidad de gestión y añaden mayor aversión al riesgo que la que tenían los fundadores (con un espíritu de pioneros), si lo vemos desde el punto de vista interno; y cambios en los mercados, que exigen mayor dimensión a las empresas partícipes, para poder hacer frente a entornos cada vez más competitivos y, por descontado, cada vez más globales. En ese contexto, las empresas familiares suelen convertirse en presa fácil de las cada vez más numerosas firmas de capital riesgo que están dispuestas a apostar por un desarrollo agresivo y sin atender a trabas internas de las posibilidades del negocio y del sector. Se trata de estudiar las posibilidades del sector, y ver capacidades inexploradas en la empresa que es objetivo de la compra. El resultado de todo ello es la aparición de ofertas de compra que son irrechazables por parte de los grupos familiares que las reciben. Cifras que sobrepasan en mucho las estimaciones más optimistas que sobre el valor de la empresa tenían sus propietarios. ¿Cual es el secreto del capital riesgo para generar valor? Ya lo hemos dicho, romper con los modelos de negocio establecidos en el sector, y explorar nuevas posibilidades. Y cuestionarse todas las partidas de la empresa; tanto las del balance como de la cuenta de resultados. Se trata de hacer lo que podríamos llamar un
El dilema de las grandes empresas familiares
El dilema de las grandes empresas familiares
El dilema de las grandes empresas familiares
Las grandes empresas familiares son presa fácil al parecer- del capital riesgo. En especial en los últimos tiempos: Cortefiel o Panrico son algunos ejemplos. Es un fenómeno que, además, no ha hecho más que comenzar. Pero, ¿por qué se está acelerando precisamente ahora ese proceso de venta de las empresas familiares al capital riesgo? En mi opinión, ese fenómeno se da porque muchas empresas familiares la mayoría- dejan abrir, sin querer, una gran brecha (una brecha excesiva, porque nadie lo hace de forma consciente) entre su valor real actual y su hipotético valor potencial. Y eso les ocurre porque no explotan adecuadamente sus capacidades de generación de valor: la posibilidades de desarrollo de sus productos y sus marcas, su capacidad comercial, su capacidad productiva... En definitiva, los empresarios venden por múltiples factores: cambios generacionales que reducen la capacidad de gestión y añaden mayor aversión al riesgo que la que tenían los fundadores (con un espíritu de pioneros), si lo vemos desde el punto de vista interno; y cambios en los mercados, que exigen mayor dimensión a las empresas partícipes, para poder hacer frente a entornos cada vez más competitivos y, por descontado, cada vez más globales. En ese contexto, las empresas familiares suelen convertirse en presa fácil de las cada vez más numerosas firmas de capital riesgo que están dispuestas a apostar por un desarrollo agresivo y sin atender a trabas internas de las posibilidades del negocio y del sector. Se trata de estudiar las posibilidades del sector, y ver capacidades inexploradas en la empresa que es objetivo de la compra. El resultado de todo ello es la aparición de ofertas de compra que son irrechazables por parte de los grupos familiares que las reciben. Cifras que sobrepasan en mucho las estimaciones más optimistas que sobre el valor de la empresa tenían sus propietarios. ¿Cual es el secreto del capital riesgo para generar valor? Ya lo hemos dicho, romper con los modelos de negocio establecidos en el sector, y explorar nuevas posibilidades. Y cuestionarse todas las partidas de la empresa; tanto las del balance como de la cuenta de resultados. Se trata de hacer lo que podríamos llamar un