Es difícil encontrar una pequeña o mediana empresa que tenga un organigrama formal, bien diseñado y bien comunicado. O no lo tienen o lo tienen mal diseñado.
No me canso de recomendarlo a las empresas que me piden consejo. Hay que tener un organigrama, y hay que asegurarse de que esté alineado con la estrategia, con la organización, con el reporting y con el sistema de remuneración a todo el personal; y en especial a los directivos y mandos intermedios.
Es decir, alinear: ESTRATEGIA-ORGANIZACIÓN-ORGANIGRAMA-REPORTING-REMUNERACIÓN.
Parece fácil, pero no lo es.
Obliga a formalizar y explicar la estrategia, y ya sabemos que hay empresas que no la tienen, o no la formalizan, o les da miedo explicarla. A clarificar la organización. A disponer de un buen sistema de control de gestión y de reporting, donde se pueda conocer puntualmente (al menos al trimestre) el margen obtenido por cada centro de beneficio. Y a tener un sistema de remuneración coherente, transparente y explícito. Tampoco es lo habitual.
Insisto, no es fácil, pero es posible si se hace un mínimo esfuerzo.
Quienes lo consiguen obtienen resultados sorprendentes.
Muchos empresarios echan la culpa de sus malos resultados al entorno, pero en mi experiencia, el entorno es menos del 50% de la explicación de los malos resultados; más del 50% de las causas están dentro de casa; son consecuencia de las cosas mal hechas, o dejadas a medio hacer.
Y tres consejos más para quienes se quieren poner a hacerlo bien:
En el organigrama, cada persona ha de tener claro quien es su jefe. ¡Y a de tener un solo jefe!
Cada persona ha de tener clara su área de responsabilidad
Cada directivo responsable de un área de negocio ha de tener una cuenta de resultados muy clara de la que responsabilizarse, ligada a su remuneración
Y, por último, cada directivo (y en especial el director general o CEO) no puede tener un número exagerado de personas a las que dirigir, porque eso (que se llama span de control) no es eficiente. El número mágico está alrededor de las 5 personas. Aunque hay que verlo caso a caso. ¡He visto gerentes con un span de control de más de 15 personas!
Las pymes tienden a menospreciar la organización, y no saben que la buena organización asegura más de la mitad del beneficio.