O mejor podríamos decir esclavos del smartphone. Así es como se encuentra en estos momentos la mayoría de la humanidad. Quien iba a decirlo. El smartphone se ha convertido en una parte inseparable del ser humano del siglo XXI. Las consecuencias sociales y económicas son de gran calado. Algunas son positivas: nos permiten comunicarnos en cualquier momento y en cualquier lugar. Estar al día de todo en todo momento. Informarnos de cualquier cosa que nos interese de manera fulminante. Recoger imágenes de lo que pasa a nuestro alrededor en cualquier momento y compartirlas con el mundo. Pero todo eso trae consigo una dependencia que nos arrastra a una especie de esclavitud, de dependencia enfermiza, que es extraordinariamente perniciosa. Y que me pregunto si no nos estará convirtiendo en imbéciles.
Esclavos de las redes sociales
Esclavos de las redes sociales
Esclavos de las redes sociales
O mejor podríamos decir esclavos del smartphone. Así es como se encuentra en estos momentos la mayoría de la humanidad. Quien iba a decirlo. El smartphone se ha convertido en una parte inseparable del ser humano del siglo XXI. Las consecuencias sociales y económicas son de gran calado. Algunas son positivas: nos permiten comunicarnos en cualquier momento y en cualquier lugar. Estar al día de todo en todo momento. Informarnos de cualquier cosa que nos interese de manera fulminante. Recoger imágenes de lo que pasa a nuestro alrededor en cualquier momento y compartirlas con el mundo. Pero todo eso trae consigo una dependencia que nos arrastra a una especie de esclavitud, de dependencia enfermiza, que es extraordinariamente perniciosa. Y que me pregunto si no nos estará convirtiendo en imbéciles.