La imagen de un país: Los costes de la mala imagen de España.
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Hace ya muchos años que me dirigí el Gobierno español, concretamente al Ministerio de Comercio, a proponerle tomar medidas para gestionar la imagen del país a efectos de la venta de los productos españoles en el exterior con una mayor eficacia. No conseguí despertar interés ni en los burócratas ni en los políticos. Defendía yo, y aún defiendo, que la creación de una empresa orientada a la promoción y venta de los productos españoles en el mundo, algo así como una España S.A., sería de extraordinaria utilidad para abrir mercados y coordinar los esfuerzos de los empresarios españoles (en especial los pequeños). Y también para coordinar los esfuerzos, a veces vanos e inñutiles, pero no siempre baratos, que se hacen para "vender" la imagen del país.
La imagen de un país: Los costes de la mala imagen de España.
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La imagen de un país: Los costes de la mala imagen de España.
Hace ya muchos años que me dirigí el Gobierno español, concretamente al Ministerio de Comercio, a proponerle tomar medidas para gestionar la imagen del país a efectos de la venta de los productos españoles en el exterior con una mayor eficacia. No conseguí despertar interés ni en los burócratas ni en los políticos. Defendía yo, y aún defiendo, que la creación de una empresa orientada a la promoción y venta de los productos españoles en el mundo, algo así como una España S.A., sería de extraordinaria utilidad para abrir mercados y coordinar los esfuerzos de los empresarios españoles (en especial los pequeños). Y también para coordinar los esfuerzos, a veces vanos e inñutiles, pero no siempre baratos, que se hacen para "vender" la imagen del país.