Este pasado fin de semana largo he estado en Nueva York. Aparte del calor asfixiante y la aglomeración de neoyorquinos y turistas, me ha impactado más que nunca la imagen de insostenibilidad que desprende una ciudad que derrocha como nadie. Derrocha energía y derrocha alimentos, Y que vive de espaldas a la sostenibilidad medioambiental. Aunque no se atrevan admitirlo abiertamente.
La urgencia de adoptar una economía sostenible
La urgencia de adoptar una economía…
La urgencia de adoptar una economía sostenible
Este pasado fin de semana largo he estado en Nueva York. Aparte del calor asfixiante y la aglomeración de neoyorquinos y turistas, me ha impactado más que nunca la imagen de insostenibilidad que desprende una ciudad que derrocha como nadie. Derrocha energía y derrocha alimentos, Y que vive de espaldas a la sostenibilidad medioambiental. Aunque no se atrevan admitirlo abiertamente.