¿Tiene la impresión de que pierde demasiado tiempo con el correo electrónico? ¿Sufre de "reunionitis"? ¿Es un esclavo de la Blackberry? Vivimos tiempos de hiper comunicación e hiper información. Podemos estar permanentemente comunicados y acceder a montañas y montañas de información. ¿Es eso bueno? Sólo si se sabe gestionar. Si no, nos puede producir un empacho y hacernos perder productividad. Es un fenómeno que preocupa. Los directivos necesitan espacios de reflexión. Las empresas necesitan controlar y regular ese fenómeno.
Vivimos en la época de la atención fragmentada
Vivimos en la época de la atención…
Vivimos en la época de la atención fragmentada
¿Tiene la impresión de que pierde demasiado tiempo con el correo electrónico? ¿Sufre de "reunionitis"? ¿Es un esclavo de la Blackberry? Vivimos tiempos de hiper comunicación e hiper información. Podemos estar permanentemente comunicados y acceder a montañas y montañas de información. ¿Es eso bueno? Sólo si se sabe gestionar. Si no, nos puede producir un empacho y hacernos perder productividad. Es un fenómeno que preocupa. Los directivos necesitan espacios de reflexión. Las empresas necesitan controlar y regular ese fenómeno.