"Lo que es bueno para General Motors es bueno para America" se decía. Con la bancarrota de General Motors esa frase dejará de tener sentido. Se acaba una época, en Estados Unidos y en el mundo, con la quiebra de ese gigante que ha sido en los últimos años el paradigma de la mala gestión y de la intransigencia de los sindicatos.
El fin de una era
El fin de una era
El fin de una era
"Lo que es bueno para General Motors es bueno para America" se decía. Con la bancarrota de General Motors esa frase dejará de tener sentido. Se acaba una época, en Estados Unidos y en el mundo, con la quiebra de ese gigante que ha sido en los últimos años el paradigma de la mala gestión y de la intransigencia de los sindicatos.