En el mundo de las tecnologías, y de pasada en el de los negocios en general, se habla a veces de leyes de referencia, es decir, de reglas de oro que se deben seguir o respetar. En el ámbito de la tecnología específicamente muchos hemos hablado de la famosa ley de Moore en relación a la duplicación de la capacidad de los microprocesadores y la disminución de su precio por dos cada 18 meses, que ha venido cumpliéndose en los últimos 30 años, o la ley de Rock, menos conocida, que vaticinó que el coste de los equipos para el desarrollo de los microprocesadores se duplicaría cada 4 años, y que explica en parte porqué hay tan pocos competidores en la industria de los microprocesadores en estos momentos.
La ley de Metcalfe
La ley de Metcalfe
La ley de Metcalfe
En el mundo de las tecnologías, y de pasada en el de los negocios en general, se habla a veces de leyes de referencia, es decir, de reglas de oro que se deben seguir o respetar. En el ámbito de la tecnología específicamente muchos hemos hablado de la famosa ley de Moore en relación a la duplicación de la capacidad de los microprocesadores y la disminución de su precio por dos cada 18 meses, que ha venido cumpliéndose en los últimos 30 años, o la ley de Rock, menos conocida, que vaticinó que el coste de los equipos para el desarrollo de los microprocesadores se duplicaría cada 4 años, y que explica en parte porqué hay tan pocos competidores en la industria de los microprocesadores en estos momentos.