Es un hecho irrefutable que en las sociedades occidentales el bien más escaso es el tiempo. Probablemente porque queremos abarcar más de lo que podemos. Es, desde luego, y lo confieso sin pudor, mi caso. A la hora de repartir el tiempo, a las obligaciones que tenemos (o nos creamos) debemos añadir los ratos de ocio a los que no queremos renunciar. El resultado es que a menudo "barcamos mucho y apretamos poco".
Miserables en tiempo
Miserables en tiempo
Miserables en tiempo
Es un hecho irrefutable que en las sociedades occidentales el bien más escaso es el tiempo. Probablemente porque queremos abarcar más de lo que podemos. Es, desde luego, y lo confieso sin pudor, mi caso. A la hora de repartir el tiempo, a las obligaciones que tenemos (o nos creamos) debemos añadir los ratos de ocio a los que no queremos renunciar. El resultado es que a menudo "barcamos mucho y apretamos poco".