Si algún empresario cree que podrá cambiar su empresa, y poner en marcha una nueva estrategia, o un cambio organizativo, simplemente contratando a un consultor brillante que diseñe ese cambio y lo presente a todos, está totalmente equivocado. El cambio requiere liderazgo. Y tanto más liderazgo cuanto más ambicioso sea el cambio que se pretenda hacer.
Sin liderazgo no hay cambio
Sin liderazgo no hay cambio
Sin liderazgo no hay cambio
Si algún empresario cree que podrá cambiar su empresa, y poner en marcha una nueva estrategia, o un cambio organizativo, simplemente contratando a un consultor brillante que diseñe ese cambio y lo presente a todos, está totalmente equivocado. El cambio requiere liderazgo. Y tanto más liderazgo cuanto más ambicioso sea el cambio que se pretenda hacer.